jueves, 19 de diciembre de 2013

Reconfortar.

Santiago vuelve muerto de la guerra. Camina, pero está muerto. Ausente, ido, congelado, desalmado. Incómodo en la sala, inquieto en la silla, a veces parece que se olvida de respirar y vuelve a tomar aire después un susto repentino. Mira incesantemente hacia la puerta que da a la calle y al pasillo que lleva al baño. Hay dos cafés en la mesa, uno va a quedar intacto.

- Maté a mucha gente.

Alguien está con él. Alguien.

- Bueno, pero vos también tenés que pensar que en realidad lo que pasó...— ¿Cuántos tipos mataste?

- Seis.

- Bueno Santiago, no es para tanto. Nosotros leíamos las noticias, ¿sabés? y nos preocupábamos por vos, sin poder saber cómo estabas. En esa guerra murieron treinta y cuatro mil personas Santiago, ¿supiste? Treinta y cuatro mil. Y vos estabas haciendo lo que tenías que hacer...

- Pero yo maté a seis personas.

- Santo, Santito... escuchame una cosa. No sé cómo te tomes lo que te voy a decir... Pero si murieron treinta y cuatro mil tipos, qué se yo, cinco no son nada.

- Seis

- Es igual Santiago, cinco o seis es lo mismo. En semejante matanza seis es lo mismo que cinco y que diez, y uno no es nada. Que se muera uno más o uno menos por la guerra no es nada, Santo.

- Tenés razón.

Santiago se levanta de la silla con las manos en los bolsillos de la campera, encorvado y crispado, como si quisiera abrigarse el cuello con los hombros. Entra al baño. Y dispara.



domingo, 15 de diciembre de 2013

Las Gracias


Yo no sé... Por ahí yo pienso diferente y hago otras cosas. Alguno de nosotros puede sorprenderse, pero de eso también se trata ¿no? De sorprender, buscar una oportunidad, algo inesperado... y estar siempre atento al otro. Y en la vida yo pienso que hay que ser agradecido. Bueno, es lo que yo creo... y yo soy un agradecido.

Hoy en día vivimos pendientes de las fotos, pensando en la ropa, en las cámaras... Yo, tal vez porque soy de provincia, por ahí me fijo más en otras cosas. Me gusta ver cuando las cosas se hacen bien... y si son lindas, mejor. Pero no porque una cosa sea linda porque es cara, o que tenga mucho valor por el precio o porque te da cierta imagen. A mí me gustan las cosas que se hacen lindas. Los gestos, el compañerismo, la picardía. Algunos se pueden reír de esto, pero también hay un sentido artesanal en nuestro trabajo... Y el trabajo es siempre por objetivos: uno siempre tiene algo que quiere alcanzar. Por eso yo digo que hay que ser agradecidos, porque todo es trabajar para lograr que nos proponemos, y tratar de hacerlo juntos.

Por eso, como hice hoy, yo siempre le agradezco. Voy a buscarla, la levanto y le doy un beso. Y le agradezco en serio, eh. Y hoy se lo dije otra vez: "Gracias por entrar, pelota".

jueves, 12 de diciembre de 2013

Dice Don Jaime (Qué se yo)


¿Qué cosas se aparecen en el silencio de un cuarto? El viento, el tránsito, los pájaros no cuentan. Participan, sí, no, distraen. Digamos que no cuentan, excepto cuando no dejan contar. Así que olvidémoslos y hablemos.

La inquietud, la angustia. Personas y personajes, en páginas y en películas. Las cosas… Las cosas que suceden (“sucesión”) en una pantalla en tan poco tiempo, 60, 90, 120, 180 minutos, llevan en sí lo inverosímil, lo imposible. O quizás la insensibilidad del relato convierte a las historias trascendentes en pájaros helados. El vuelo en un paso inacabado. El brinco en un torpe ademán. La conciencia y la inconciencia por igual han de ser abismales y aterradoras. El filo del medio, ese dónde caminar seguro, será también la indeterminación. La certeza de lo que hay, que es lo que se evade y no se mira para intentar caminar en una línea recta que es el trazo inicial de la costumbre, como un gas que adormece. Es difícil creer que haya paredes lisas. Todas y todos son lienzos blancos donde nos dibujamos. Nos dibujamos, nos dibujamos. ¿Sabremos por qué tanto nos dibujamos y nos pintamos? ¿Odiamos -o sólo tememos- pintarnos sólo con agua, sin ropas, vestidos de verdad insostenible? Dice Don Jaime -pongamos que se llama donjáime- que odiar no es el opuesto de amar. Sino es el ignorar el opuesto diametral del amor… Me dejó, no pensando, pero me dejó -no inquieto- sino que me dejó… algo. Me dejó ¿atento? Me dejó pintado, eso. Pintado con agua. Me pintó un suceso, que fueron mil crueles sucesos que aprendí y reproduje. Pintado con agua viendo ese retrato (yo-de-hielo) helando a otro que siente y pregunta y se calla y se pregunta. Y no me manda a la mierda porque la paciencia es un don de gente muy elevada a veces. Una virtud, eso.
Bueno, Don Jaime me dejó pintado con agua. A él le gusta pensar de a dos, o hablar pensando, o compartir. Se lo ve disfrutar abriéndose y pasándose revista con paciencia, diciendo éste soy yo y creo que esto está bien ¿sabés?. Es bueno Jaime, él es buena persona. Sabe cosas, él entiende cosas porque tuvo sus lecciones, sus odiosas clases magistrales y sus propias escrituras. Él mismo debe saber que no todo es gratis, o lo supongo porque él me dio a entender que  todo eso que él sabe y dice no es gratis. Lo sé aunque no lo considere, y aunque no me haya dicho que lo considera.

Vivir con un propósito es una gran cosa, yo creo. Con un qué hacer, además que un quehacer reiterativo. Un dónde ir, fuera de esta vueltita de perro que a todos nos toca un día tras otro, tras otro, tras otro. Hoy no sé qué día sea, tras cuál, o precedente a otro trasotro, y es el día en que tampoco veo el propósito. Ver no es una gran cosa, andar no es una gran cosa. Hacer tampoco... (por minutos que le he dado a la idea para reivindicarse, realmente no: hacer no es una gran cosa). Hay muchas cosas que se pueden hacer, claro. ¿Pero cuáles y cuántas grandes cosas hace uno entre tantas cosas que hace? ¿Cuántos pocos aciertos entre tantas demasiadas palabras? Las pequeñas existencias, de eso también hablaba Don Jaime, contando cosas de afuera mientras miraba hacia adentro. La relatividad y la comodidad de los ojos tuertos. Estás aturdido, nomás no entendés por qué. Te cuesta hablar y tampoco te entienden del todo y lo ves en la cara del otro ya en el primer cuarto de tus oraciones largas y con preámbulos, y esas proposiciones que se te hacen interesantes y que casi indefectiblemente terminan en “qué se yo”.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Estudio.

Anoche fumé y me acosté. Y me desperté y soñé. Y en mi sueño pensé en las veces que fumé con mis amigos. Y ese inicio de recuerdo me hizo caer casi de inmediato en la cuenta de que nunca fumé con ellos. Y dentro de ese darme cuenta y esa certeza consideré qué tienen mis amigos que no tienen las personas con las que necesito fumar para poder compartir y conectarme como puedo hacerlo siempre con ellos. Y me respondí que hay una posibilidad considerablemente viable de que nuestro nivel y profundidad de conexión sea tal que es finalmente todo lo que puede ser.

Y me pareció una probabilidad suficientemente factible. Y hermosa.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Adriana


- Estas cortinas las dejo, ¿no? Por ahí...

- No Adriana, llevate las cortinas. Yo no las voy a usar, y si no te las llevás, las tiro.

- Sí, pero digo, si en unos meses...

- En unos meses nada, Adriana. Yo quiero estar solo y voy a estar solo, y no me gustan las cortinas ni los cubrecamas ni los centros de mesa, me gusta el sofá así como está y me gusta el sol, como salga. Y todo esto también es tuyo, llevátelo por favor.

- Pasa que tantas cosas...

- Por eso no te preocupes: yo te voy a ayudar a cargar las cosas, te voy a llevar todo al departamento y te voy a ayudar con el agua, la cerradura y lo demás. Y te voy a dar un beso y te voy a desear suerte... Pero ahora quiero esta casa vacía de todo lo que no sea mi taller, mis cosas y mis películas.

La canción a él ya le sonaba espantosa, y lo único que quería era darle stop y pasar a la siguiente pista. La película que Adriana vio y seguía viendo era otra. Lo vio a él bajo el mismo sol cargando cajas, sacando la basura, subiendo a la camioneta. Al otro día sería lunes, entonces pensó en las camisas y la plancha. Y acomodaron juntos unas macetas, armaron la cama, probaron la bomba juntos. También se sentaron en la mesa al lado de la ventana y revisaron unos enchufes. Y tomaron agua. Dos vasos y una botella.

Y pasaron las cajas, los arreglos y las escobas. Los cables, las divisiones y los muebles. Cada uno hizo su parte; las cosas obedecieron, quietas en su lugar, y el reloj atravesó las siete y cinco. Él también cumplió y se fue.

Adriana se dio cuenta de que faltó conectar el tanque. Pero no le importó porque mañana él le va a dar el teléfono del cerrajero y capaz podría darse una vuelta para ver lo del tanque... Adriana siente el frío que siente la casa desnuda.

Recién en ese momento, con el jarro mudo quemándole la mano y dos tazas recién colgadas frente a su cara en la pared, Adriana se da cuenta de que en su nueva vida está sola.



miércoles, 2 de octubre de 2013

¡Al final!


– Hoy sí -sí señores, hoy es el día- hoy vamos a hablar sobre el Capitalismo– dijo Rulo.

– Es un placer escucharlo en esta oportunidad, Licenciado Rulo– dijo el animador del programa, engalanado con un arreglo capilar perturbadoramente inmóvil.

– El propósito de nuestra vidas es, sin dudas, la Felicidad– Lo dijo Rulo sonriendo a los ojos del Lama, el tercero en el extraño  trío que ocupaba el estrado. El Lama logró asentir sonriendo casi sin que se notara su espasmódica sorpresa.

– Así es…– Se habrían escuchado más sus párpados cayendo despacio antes que su voz en la respuesta.

– Entonces, para estar felices chicos, ¿qué  es lo que necesitamos? Bien ahí, señor, ¡consumir! Porque claro, cuando compras te alegras ¿o no? Sientes alegría, ¡la inigualable alegría de comprar, inigualable! Cuando compras puedes por un momento en la vida hacer lo que realmente quieres ¡Cuando compras estás haciendo exactamente lo que tú quieres! Puedes elegir lo que deseas y ¡al instante! puedes tenerlo. ¿Alguien entre todos ustedes tiene un mejor plan? ¿Nadie? Vamos, no teman dar su opinión. Con ganas ¿alguien quiere compartirnos alguna idea mejor que esa? Bien, sigamos entonces. Tener, ¿qué significa tener? ¿Qué significa comprar? Significa esto, atención: hacer que lo que tú quieres-sea-tuyo. ¿Se entiende? ¿Logran captar el trasfondo tan humano, tan absoluto, tan universal que hay en la alegría de consumir?

Miren, aquí respetamos a todos. Todos estamos pisando este planeta y compartiendo este bonito mundo que nos tocó en suerte. Pero aquellas personas que lamentablemente no están en este momento comprando o, de mínimo, que no están pensando en consumir... Oh my Lord... Yo simplemente me pregunto por qué tiene que haber gente que vive así. Por qué tiene que existir tal cantidad de gente, triste, deprimida, perdida, gente aturdida e incapaz de ver que la Felicidad, la Fe-li-ci-dad señores, está al alcance de su bolsillo. ¡De cualquier bolsillo, cualquiera! A ver, vamos poniéndonos de pie a medida que nos sentimos identificados con esto. ¿Quién quiere sentirse seguro? ¿Quién quiere poder elegir en cualquier momento entre millones de posibilidades? ¿Quién quiere sentir el placer de estar vivo? Denme permiso que me voy a parar... Gracias ¿Alguien que quiera sentir el placer de vivir la inmediatez de la llegada de la Felicidad? Muy bien, veo mucha gente que se paró en los últimos cuatro segundos... ¿Quién quiere superar de inmediato un ataque sorpresivo de hambre, sed, calor, aburrimiento, decaimiento, tristeza, soledad, angustia, sinsentido, inquietud, desesperación ...? Bien, bien. Veo que no quieren dejarme hablar más, porque ya no veo a nadie sentado. Pero por favor, escuchen muy bien esto... Y siéntanlo:

estás sólo en tu casa, sin planes, sin nada que hacer. Estás aburrido, sin compañía, triste o contento, da igual. Pero sientes ese bichito que vive en ti, ese animalito juguetón que ya se está inquietando y tú entiendes muy bien y muy rápidamente qué es lo que quiere. ¡Pues a alimentarlo con alegría! Te pones a buscar en tu lap cosas por internet, encuentras cualquier cantidad de cositas que están buenísimas y te las quieres devorar a todas exactamente en ese instante. Agarras la tarjeta, haces la compra y te sientes GENIAL ¡más rápido que inmediatamete!!!

Y lo que estoy viendo ahora sinceramente me emociona... y la verdad es que no quisiera llorar. Permítanme tomarme este alimento líquido enriquecido hecho a base de leche UHT y comerme este bomboncito con almendras, dulce de ciruelas, chocolate y avellanas... Ahhh, ahora sí, listo para continuar y cerrar. Les decía que lo que estoy viendo, lo que sigo viendo, me conmueve. Me llega. Me... me toca y me impresiona, de punta a punta, en cada fibra de mi ser. Habrá aquí unas mil cuatrocientas personas, ya levantándose de sus asientos, ya dejando de escucharme, ya pensando. Ya están pensando, ¡ya están sintiendo! Ya estarán eligiendo qué van a ir a comprar. ¡Bendita sea la señora de la tienda de aquí afuera! Felicidades señora, ¡gracias por estar en nuestro destino y gracias por darle vida a su negocio! A todos los que felizmente están abandonando la sala, les deseamos lo mejor, les deseamos la mejor experiencia de consumo que puedan tener en sus vidas. Y deseamos que las que le siguen, sean más grandes, más frecuentes, más intensas, más absolutas, más totales... De corazón deseamos que de verdad sean todos ustedes ¡MUY felices!

¡Ah, casi me olvidaba! Les va a parecer medio tonto pero, para terminar, les voy a hacer el gestito de shock de Susana ¡porque la verdad es que me encanta! ¡Ahí  va, eh! Yo... Rulo...

El disertante da la espalda al público y comienza a girar su cabeza, para volver a darles la cara a los pocos que seguían escuchándolo

- ... ¡yo lo rec...–

– ¡Licenciado Rulo, lo llaman de la Presidencia! ¡Es un aviso urgente!

– Señor Rulo, escúcheme bien. Ahora la guerra es contra Asia Oriental, y la política del Estado es la Desmercadotecnia. Hay que stockearnos, hay que evitar las compras. Hágalo, y rápido. A como de lugar.- ¡Clak!

- Eh, escuchen... lo que quise decir en realidad es...



martes, 17 de septiembre de 2013

Alas y patitas (canción)


Te quedaste después de ese dolor
inquieta en casa.

Te convertiste en mi Peace, yo en tu Love
y a tu chillar

le respondí con caricias, con juego
y alimento
con dormirme tarde y madrugar.

Vos me esperabas y yo volvía feliz
porque siempre
te iba a encontrar.

Y ahora que ya está,
que vos no pegás la vuelta,
que la puerta no vas a rayar

tengo ganas de arrancar
para ir a visitarte
y no sé ni qué bondi tomar.

Decime dónde estás,
decime dónde estás.


Me diste clases de amistad y de amor
sin ninguna palabra.

Dormimos juntos y tu cama fui yo
y mi respirar.

Después entendí que descuidar es perder,
a veces, para siempre
y tan tan,

que resurgir en la tristeza y abrazar la vida
es la única forma
de habitar

el mundo que dejaste
con tus alas y patitas,
de a poquito se te iba hacia atrás

acepto tu libertad,
tu camino es diferente
pero a ratitos te quiero espiar.

Decime dónde estás.
Gordita, decime dónde estás.
Perrita, decime dónde estás.
Llamame, te voy a visitar

(instrumental)

Ahora ya no te busco
porque oí ladrar al viento
y a ratitos te veo volar...

Gracias, ya sé donde estás.






jueves, 12 de septiembre de 2013

Pinchi


Puedo ser feliz con Nati,
cuando vuelva hoy al depa.

Puedo ser feliz con mis amigos,
cuando vengan.

Puedo ser feliz con mis viejos,
cuando vuelvan.

Pero ya no puedo ser feliz con mi perrita.



Pero sí puedo ser feliz sin ella.

:)



lunes, 9 de septiembre de 2013

[Intitulable aun]


Argolluda hija de perra,

angurrienta puta en celo,
mal parida fosa hambrienta,
pervertida bruja sin vuelo.

Hoy te odio y te echo mierdas:
si te acercas, te reviento.
Y te juego a lo que quieras, 
que en eso te dejo el aliento.

Hoy acabo con tu vida
que es la Humanidad vencida
y nuestras armas en el suelo.

Y no perdono tu demencia,
porque el viento fue su presencia
y hoy la lluvia es mi duelo.



martes, 3 de septiembre de 2013

El Gris


Amarillo es movimiento,
es un salto y una cimba;
es el nombre y fuego del Sol,
es su luz la que ilumina.

El Gris se siente parado:
no calienta,
y no brilla.


Azul cautiva y transporta,
te sumerge, profundiza.
Inunda de pensamiento,
y revela porque inspira.

El Gris te mira sentado,
no se enciende,
no se excita.


El Verde llena de aire
pisa tierra, va para arriba.
Se aferra, se toma, se prende,
cuelga, fluye y respira.

El Gris está quietecito:
no se esparce,
no se anima.


La Violeta es cremosa,
es sinuosa ¡y cómo brilla!
Ella es fuerte y misteriosa,
tiene azul y rojo Vida.

Pobre Gris, está congelado:
no se mueve
y no vibra.


...


El gris no es el blanco, 
el gris no es el negro,
el gris no es la taza
y tampoco el agujero.
Lo que sabe el gris es dudar,
pero siempre se queda en el pero...



viernes, 30 de agosto de 2013

Humito (El Nahual)



Bien, ¿usted en qué lugar nació?

Bien.

¿Y ese país queda en un continente que se llama…?

Bien.

¿Y ese continente fue “descubierto” e  invadido por quiénes?

Bien

¿Y los invadidos, quiénes eran?

Bien.

¿Y esos invadidos tenían un medio natural de conocimiento y trascendencia que son las…?

Bien.

Y la filosofía y la cosmovisión sostenida por los castigos, la moralidad y la culpa, llegó a estas tierras junto a los caballos y la pólvora ¿cuándo?

Bien.


Bien, sigamos.


sábado, 10 de agosto de 2013

El espanto. (¿Soneto?)


Habría dos cadáveres amándose en esta fosa,
rodaría el Ecuador, dotado en movilidad.
guardarían todo el éter en el árbol de una copa,
nadarían unas rocas vueltas agua por el mar.

Habría un Sol que de un algo sale:
un algo, un horizonte doblado y vertical.
Corrieran uñas y pelo en las venas, por la sangre,
viajarían por el tiempo, sin espacio, sin atrás.

Irían al cielo volando, flotando todos los hombres.
Cada mujer habría dotado al padre de vida y nombre.
Sería una y venderían -en la tienda- la Verdad.

Fuera duro y crujiente el sueño,
fuera planta nuclear el beleño,
sin aquel espanto absurdo de la Imposibilidad.


martes, 6 de agosto de 2013

Sesha

¿Escribimos una canción?
¡Cantemos murga, murguera!
Una samba, una chacarera,
un cuarteto, una galopera,
una salsa en Cuba, un son,
una cuerdita Tangombera;

un guarachón vuelacenizas,
con fuego nuevo y leña ranchera;
sobre el polvo una estampida
y una bomba bagunceira.


Y el amor va a ser como es,
y la historia va a ser lo que era.



viernes, 2 de agosto de 2013

BWM


- Entonces Ba Wim, ¿por qué estás en El Camino?

- Para aprender, Gran Maestro.

- ¿Para qué quieres aprender?

- Para ser un hombre sabio.

- ¿Y para qué quieres ser un hombre sabio, Ba Wim?

- Para conocer todas las respuestas, Gran Maestro.

- ¿Para qué, Ba Wim?





- Gran Maestro, acaba usted de alargarme El Camino.


martes, 23 de julio de 2013

Sábado.


Silencio. Todo es silencio. El auto es silencio. El trueno es silencio. La perra es silencio. El dolor es silencio.

Aprieto tus hombros, como si quisiera juntarlos. Presiono la gotita de tu oreja entre mis labios, respirándole, sin mojarla. Amaso la piel sobre tus costillas y mi cara se derrama encima mientras huelo tu espalda. Mi nariz se tuerce, se dobla tratando de avanzar mientras despeja el pelo a un lado de tu cara. Mis rodillas se agitan contra el costado de afuera de tu pierna blanca y mi respiración pregunta qué, cómo, qué, qué, cómo, cómo, cómo, qué.

Y yo pienso, me digo, me repito. Me digo, me repito y pienso “ojalá pudiera entrar en tu cuerpo para que entiendas cómo de verdad te amo”.

viernes, 12 de julio de 2013

Qué, Juan.


El pelo. El cinto. Camisa y náuticos algunos sábados.

El teléfono. Las ventas que van bien, los retrasos en la aduana, muchas (demasiadas) fotos de tu sobrinito y sus dos días de vida. Qué cagada che, y los dibujitos. Qué alegría che, y los dibujitos. Qué desastre che, y los dibujitos. ¡No te puedo creer! y tus diez mil hojas del cuaderno junto al teléfono con tus dibujitos autómatas. ¿Alguna vez les preguntaste qué son, Juan? Por favor... ¿No te mueve un pelo saber qué y por qué quisiste decir sin pensar con tantos trazos de tinta negra, Juan?

Y no te pido que te exprimas el cerebro, Juan, porque lo usás bastante. Pensás las cosas, Juan, las recordás, les das la vuelta, te olvidás las cosas… Teorizás. ¿Pero en el fondo qué, Juan? ¿Y en la piel?

Tenés sueños Juan, me contás. Que si el árbol, que el espejo. Los sueños de los dientes. Que si son representativos, simbólicos, significativos. Que los significantes, Juan... ¿Y en el pecho? ¿Qué tenés en el pecho Juan? ¡Decímelo por la vida de este planeta! ¿Vos tenés sangre? ¿Tenés sangre, Juan?

Te diría Diego: ¿Está muerto? ¡Contestemé, usté no está muerto! Y ahora también esto que pasa, Juan… los muertos están empezando a llegar. Algunos ya se están yendo. ¿No entendés, querés que te lo diga de otra forma? Todos Juan, todos, están empezando a morirse. Y todos somos Todos. Somos todos, Juan. ¡No digas no! No digas que no porque vos no sos un zapato, ¿sabés? No sos la cucha del perro. ¡Vos no sos una llave inglesa, la puta que te parió Juan!

¿Y la sangre, Juan? ¿Cuando tu sangre deje de latir? Nosotros nos vamos a quedar de este lado, creyendo que Juan siempre estuvo bien, porque no sufría. Si siempre estaba tranquilo... O si Juan fue un sonámbulo feliz y adicto, que hablaba y caminaba dormido.

Y no te puedo juzgar Juan, no podemos culparte. No podemos obligarte. Pero siempre va a ser inquietante, algo tenso, algo misterioso y a veces asfixiante, pensar que nunca supimos qué sentiste. Qué sentiste, Juan.


miércoles, 12 de junio de 2013

Reflexión Subterránea


Y en pleno conocimiento del peso de la ley de las propias palabras, me pregunté bajo tierra: ¿Es necesario querer ser el dueño de la única verdad?

¿No será más sensato
enojarse con la lluvia,
querer retratar el tiempo
o esperar que un gatito te responda 'hola'?