"Mucha gente habla de la ayuda divina, de la Virgen, de Dios. Puede ser (...) A mí que me perdonen, puede haber algo religioso en todo esto, pero lo que hicimos con Roberto lo hicimos con nuestras piernas (...) Para mí, el verdadero milagro es que, al vivir tanto tiempo esquivando a la muerte, rozándola siempre, aprendimos de la forma más poderosa lo que significa estar vivo."
Nando Parrado, sobreviviente de "La Sociedad de la Nieve".
miércoles, 5 de febrero de 2014
De casualidad y favor
Perdón, con su permiso,
¿será posible exorcizar los olores?
Me refiero -no más- a amputar
al animal de mis sentidos.
Digo, mejor, para no
preguntarme tantas cosas
románticas y dolorosas
sobre los corazones unidos.
Quizás no sea molestia,
como puesto, sacar el todo.
Y zanjar la diferencia
entre un no y un sí de ausencia,
(digo para no aferrarme,
esnifando unos recuerdos,
al seguro de ningún cuerpo
entre abismos de demencia).
Y sin ánimo de estupro
quisiera ver la posibilidad
de descartar de plano el tiempo
-el lineal, el espiral-
de saltarnos lo del espacio,
lo etéreo y lo material;
y mientras me jacto de terco,
muy sin fe y rengo en ciencias,
pediría, aprovechando:
-tratemos de ser sensatos-
como ya te llevaste el cuerpo,
cargate también su ausencia.
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