En un lado está la angustia,
siesta eterna sin movimiento;
cruzando va el hombre vivo,
respira y honra el momento.
En un lado la pregunta
y el querer saber sonriendo,
en el otro está el juzgar,
el rechazo, el prejuicio y el miedo,
acá duda, inhibición,
allá experiencia y conocimiento;
de un lado hay pa' comprar
del otro, un sabio y un templo.
De este lado hay matemáticas
y allá un sapo cuentacuentos;
acá, la imposibilidad,
y cruzando, esperan los sueños.
En la orilla cerca del sol
está el día del nacimiento.
Enfrente, cruzando el río,
está la hora del entierro.
El camino ha de ser a gatas
haciendo plancha y hasta corriendo.
De los dos lados del río
están la Vida y sus momentos.
Los enredos, las esperas
y la luz del conocimiento.
Vadear es hacer camino,
el agua está en movimiento;
el remo está en nuestras manos,
la canoa está en el medio.
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