viernes, 18 de mayo de 2012

Canción del Jazmín


Una nota dulce se coló con el Sol,
el agua estornuda,
despierta y sonríe.

El perrito sacude las orejas
y en su panza el piso
es fresco, es fresco.

El perro, el sol y el agua
cantan la canción del jazmín
que infla la panza,
que pulsa el piso,
que siente la luz,
que inunda como una cuerda
el aire,
a la mañana.

El niño, niño, se ríe,
se ríe del perro
que canta,
las patitas se le mueven
y los ojos que le viajan;
le bailan los pelos,
le brincan los hombros,
corean sus dedos,
la risa se planta.

El jazmín explota,
inunda la casa.
Ventanas aplauden,
almohadas que saltan.
Las patas, los ojos,
los pelos, los hombros,
nadan a coro
con el sol
que se derrama.

Dominguito Perez Oso
qué rico, destiempo
que encanta.
Sereno dormido,
siestita del guardia;
canción del jazmín
como azúcar en la taza.
Y los cinco
consentidos
´tan de fiesta
en la mañana.


lunes, 7 de mayo de 2012

El vestido negro


Me viste darte la espalda
corriendo junto a otro cuerpo.
Tus ojos acá en mis hombros;
tus oídos sin mi aliento,
mis pasos hasta la línea
y los pulmones como enfermos.

Los brazos contra los brazos,
las piernas tallando el suelo,
los codos doblando el aire,
el aire, vaciando el pecho;
el sol haciendo del agua
el sopor como un agujero.

Me aferré con convicción
quebrándome en dos y cientos,
un rayo me atenazó
al ramplón trofeo inquieto:
el tener pagó al valor
concediendo un as de cuero.

Rugiendo clavó el acero
el indiscretoscopoluta,
el pobre obrero sin arte
el de sagacidad corrupta;
sacrílego a la creación,
el dios de la fuerza bruta.

Y vos, de vestido negro,
gran tereso de Calcuta,
llegando casi a la par
ladeando nuestra ruta,
hiciste la vista gorda
y la evidencia fue disputa:

mi imagen mordiendo el polvo
-verdad que aúlla y eructa-
te voló muy por encima,
juez ciego, moral enjuta.
¡Y no cobraste el penal
'che árbitro hijo de puta!


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